miércoles, 1 de mayo de 2013



"Luces" Fanny Rabel
por Dina Comisarenco Mirkin
(DIAPOSITIVA 1) “Piececitos de niño,dos joyitas sufrientes,¡cómo pasan sin veros las gentes!”
Gabriela Mistral


(Paloma) “la presencia del niño en el pueblo mexicano es una realidad preñada de lucha por la vida, de actividad constante, de ansia, de inquietud y al mismo tiempo de patética sumisión ante una herencia de dolor y de tristeza. Ya sólo el hecho de sobrevivir, en el campo y en los barrios populares de las ciudades, es la primera pelea [ganada] a las enfermedades y la desnutrición por aquellos que sin saberlo, ya entraron en el diario bregar por la existencia […]
(poner la cita en letra chica)
SUPER: LUCES
Fanny Rabel
(DIAPOSITIVA 4) Fanny Rabel fue una artista nacida en el seno de una familia judía en Polonia, que como tantas otras familias de aquel entonces, se vio forzada a emigrar para escapar del horror de la persecución y de la guerra. (DIAPOSITIVA 5) En México, el país que la acogió y que Rabel adoptó como propio, realizó una sobresaliente carrera artística, estrechamente entretejida con las problemáticas sociales de la época, (DIAPOSITIVA 6) y con los protagonistas principales del ambiente artístico de entonces.
(DIAPOSITIVA de la 7 a la 11, NIÑOS DE MÉXICO, O FOTO DEL TALLER CON ELLA PINTANDO) Aunque su espectro temático fue muy amplio, Rabel frecuentemente pintó niños (12), pues como decía la artista, su sufrimiento es una cuestión que hiere la sensibilidad de cualquiera (13) (DIAPOSITIVA 2) Luces, también conocida como En la calle resume la ternura, honestidad y realismo con los que la destacada artista siempre interpretó a la niñez. (DIAPOSITIVA 3, con zoom en las distintas partes que se describen)
A través de la melancólica expresión de los ojos del niño, sentado en el piso de una sombría esquina citadina, abrazando a sus propias piernas como desesperado intento para protegerse del frío y del abandono que calan todo su
cuerpo desde sus piececitos descalzos, Rabel denunciaba la crueldad de la pobreza que desdichadamente lastima hasta a los más pequeñitos.
Los edificios y los carteles luminosos representados en el paisaje urbano del fondo, otro de los temas característicos de la producción artística de Rabel, resaltan la deshumanización de sus habitantes, retratados en el plano medio de la pintura como sombras de autómatas sin alma, indiferentes al drama de la soledad y el desamparo del niño, que la sensible mirada de la artista ubica, en cambio, en el primer plano de su obra, para que por lo menos nosotros, los espectadores, no podamos evitar el verlo.
Sin caer en la sentimentalización excesiva ni en la brutalización de la pobreza (DIAPOSITIVA 17) Rabel pintó Luces en 1955, cuando el crecimiento urbano de la ciudad de México estaba alcanzando un aumento demográfico sin precedentes, generando grandes problemas sociales, especialmente entre las clases más desprotegidas. Su obra registra los efectos del proceso de industrialización y urbanización, no como era minimizado en las estadísticas y en los discursos oficiales, sino en la dramática vida personal de un niño pobre en la ciudad.
Rabel nos enfrenta así con una imagen de sufrimiento, de privación, y de desolación, pero también de belleza y de ternura, generando al mismo tiempo nuestra simpatía y solidaridad, y, con ellas, la esperanza de que esta dramática realidad, algún día llegaría a su fin.
(DIAPOSITIVA 14) los niños con sus grandes ojos soñadores miran y absorben esa tremenda realidad del pueblo mexicano, tan trágica y sin embargo tan preñada de belleza y esperanza.” 1

SUPER: LUCES
Fanny Rabel
Fanny Rabel, Luces, 1955, óleo y temple sobre tela, 78 x 60 cm, colección Ruth Lechuga, Museo Franz Mayer
Fanny Rabel (1922- 2008)

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