"Luces" Fanny Rabel
por Dina Comisarenco Mirkin
(DIAPOSITIVA 1) “Piececitos de niño,dos joyitas sufrientes,¡cómo pasan sin veros las gentes!”
Gabriela Mistral
(Paloma) “la presencia del niño en el pueblo mexicano es una realidad
preñada de lucha por la vida, de actividad constante, de ansia, de
inquietud y al mismo tiempo de patética sumisión ante una herencia de
dolor y de tristeza. Ya sólo el hecho de sobrevivir, en el campo y en
los barrios populares de las ciudades, es la primera pelea [ganada] a
las enfermedades y la desnutrición por aquellos que sin saberlo, ya
entraron en el diario bregar por la existencia […]
(poner la cita en letra chica)
SUPER: LUCES
Fanny Rabel
(DIAPOSITIVA
4) Fanny Rabel fue una artista nacida en el seno de una familia judía
en Polonia, que como tantas otras familias de aquel entonces, se vio
forzada a emigrar para escapar del horror de la persecución y de la
guerra. (DIAPOSITIVA 5) En México, el país que la acogió y que Rabel
adoptó como propio, realizó una sobresaliente carrera artística,
estrechamente entretejida con las problemáticas sociales de la época,
(DIAPOSITIVA 6) y con los protagonistas principales del ambiente
artístico de entonces.
(DIAPOSITIVA de la 7 a la 11,
NIÑOS DE MÉXICO, O FOTO DEL TALLER CON ELLA PINTANDO) Aunque su espectro
temático fue muy amplio, Rabel frecuentemente pintó niños (12), pues
como decía la artista, su sufrimiento es una cuestión que hiere la
sensibilidad de cualquiera (13) (DIAPOSITIVA 2) Luces, también conocida
como En la calle resume la ternura, honestidad y realismo con los que la
destacada artista siempre interpretó a la niñez. (DIAPOSITIVA 3, con
zoom en las distintas partes que se describen)
A través de la
melancólica expresión de los ojos del niño, sentado en el piso de una
sombría esquina citadina, abrazando a sus propias piernas como
desesperado intento para protegerse del frío y del abandono que calan
todo su
cuerpo desde sus piececitos descalzos, Rabel denunciaba
la crueldad de la pobreza que desdichadamente lastima hasta a los más
pequeñitos.
Los edificios y los carteles luminosos representados
en el paisaje urbano del fondo, otro de los temas característicos de la
producción artística de Rabel, resaltan la deshumanización de sus
habitantes, retratados en el plano medio de la pintura como sombras de
autómatas sin alma, indiferentes al drama de la soledad y el desamparo
del niño, que la sensible mirada de la artista ubica, en cambio, en el
primer plano de su obra, para que por lo menos nosotros, los
espectadores, no podamos evitar el verlo.
Sin caer en la
sentimentalización excesiva ni en la brutalización de la pobreza
(DIAPOSITIVA 17) Rabel pintó Luces en 1955, cuando el crecimiento
urbano de la ciudad de México estaba alcanzando un aumento demográfico
sin precedentes, generando grandes problemas sociales, especialmente
entre las clases más desprotegidas. Su obra registra los efectos del
proceso de industrialización y urbanización, no como era minimizado en
las estadísticas y en los discursos oficiales, sino en la dramática vida
personal de un niño pobre en la ciudad.
Rabel nos enfrenta así
con una imagen de sufrimiento, de privación, y de desolación, pero
también de belleza y de ternura, generando al mismo tiempo nuestra
simpatía y solidaridad, y, con ellas, la esperanza de que esta
dramática realidad, algún día llegaría a su fin.
(DIAPOSITIVA
14) los niños con sus grandes ojos soñadores miran y absorben esa
tremenda realidad del pueblo mexicano, tan trágica y sin embargo tan
preñada de belleza y esperanza.” 1
SUPER: LUCES
Fanny Rabel
Fanny Rabel, Luces, 1955, óleo y temple sobre tela, 78 x 60 cm, colección Ruth Lechuga, Museo Franz Mayer
Fanny Rabel (1922- 2008)